Un jueves me puse a mirar lugares bonitos por internet y cuando vi Güejar le dije a maridísimo que teníamos que conocerlo porque tenía una pinta estupenda en las fotos… ahora os digo que las fotos no le hacen justicia… es un paraíso donde perderse.
Así que no lo pensamos nada e hicimos la reserva para ese mismo fin de semana, en el camping tienen bungalows muy chulos pero nosotros queríamos vivir una aventura con los peques así que nos decantamos por una tienda tipo tipi de las de Kampaoh, no conocíamos esta manera de vivir el camping y nos ha encantado, para quien, como nosotros, no lo conozca, kampaoh son tiendas de campaña tipo tipi totalmente equipadas, con camas de verdad, frigorífico, ventilador, estufa, menaje de cocina… para los que queremos vivir esa experiencia sin llevar la casa detrás ;).
¡Pues vamos al lío!
Llegamos allí sábado por la mañana, el lugar está en plena Sierra Nevada por lo que el fresquito se notaba… nosotros que venimos del calorcito Alicantino… además llovía y se veían las montañas blancas por la nieve que estaba cayendo. Una preciosidad de imagen, os lo aseguro.
Nos pusimos gorros y botas de agua para descubrir el pueblo, Güejar es un pueblo PUEBLO, de esos en los que da gusto pasear y ver sus calles. Entrando al pueblo te da la bienvenida El Pastor, muy apuesto que admira las maravillosas vistas hacia Sierra Nevada desde el balcón de la Avenida la Libertad, un poco más adelante nos encontramos a La Cerecera , ambos obra del escultor Miguel Moreno que con ello rinde homenaje a las mujeres y hombres del pueblo.
Al otro lado vemos la noria que gira gracias al circuito de agua que lleva todas las aguas sobrantes de las fuentes del pueblo hasta ella para después llevarla hacia la acequia restaurada y aprovechar el agua. Pudimos ver la plaza del Ayuntamiento, junto a ella la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, pasear por sus calles y probar sus dulces típicos en las panaderías del pueblo.
Al día siguiente madrugamos después de pasar una noche mágica en el tipi, no pasamos nada de frío e incluso el sonido de la lluvia cayendo en la lona de la tienda hacía que fuese más bonita la estancia… Siempre me acordaré de Yaiza diciéndonos que parecía el sonido relajante de la lluvia que a veces ponemos en algún audio de Youtube ;)
Otra maravilla que nunca olvidare es la cantidad de estrellas que se veían aquella noche en el cielo de Güejar… nunca había visto tantísimas estrellas juntas.
Bueno… pues madrugamos para visitar él alrededor del pueblo donde puedes disfrutar de montones de rutas de distintas dificultades, nosotros con los peques escogimos la más sencilla y la que más les llama la atención a ellos, La Ruta del Tranvía.
Una ruta cortita pero preciosa que se puede hacer con ellos perfectamente, incluso con carrito de bebé podría hacerse.
Algo que me gustó muchísimo es lo modernizados que están en el pueblo que tienen su propia App donde puedes ver el recorrido de la ruta, la explicación de su historia y muchas más cositas que os he mencionado antes sobre lo que puedes ver en el pueblo.
La ruta del tranvía de Sierra Nevada surge tras la pista dejada por las vías del antiguo trazado del tranvía que hace más de cuarenta años que dejó de realizar su función.
A lo largo de su recorrido junto al rio Genil encontramos un tramo de vía a modo de hito recordatorio de lo que en su día fue el trazado del tranvía todo muy bien documentado en paneles explicativos.
Una maravilla es cuando llegas al tramo donde puedes acercarte al rio y mojar los pies en sus aguas cristalinas.
Hay muchísimas rutas que podéis hacer en Güejar, si sois amantes del senderismo es un destino perfecto para disfrutar de parajes preciosos.
Pasamos la mañana en el campo y volvimos al camping para descansar un poquito antes de seguir viendo el pueblo por la tarde.
Por cierto... os tengo que confesar que a pesar de que querer vivir la aventura en esta familia somos de buen comer y nos encanta probar los platos típicos de la zona allá donde vamos... y para ello el mejor descubrimiento que hicimos fue el del restaurante del mismo camping Las Lomas. Atención inmejorable al igual que en el camping y unos platos increíblemente buenos todo ello con vistas a Sierra Nevada y junto al Lago Canales.
Por la tarde nos acercamos al polideportivo del pueblo donde nos habían contado que tenían una pista de Skate muy chula :) y ya sabéis lo que les gusta a estos niños hacer el loco sobre ruedas.
Al día siguiente tocaba recoger para volver a casa pero antes nos dio tiempo a probar las canastas del camping.
Es un lugar pequeño y acogedor y tiene todo lo necesario para pasar unos días muy buenos en familia o con amigos.
Cuando nosotros estuvimos no había animación pero nos han contado que en temporada alta si la hay y que incluso se hacen visitas guiadas de algunas rutas por el pueblo.
Para mi ha sido todo un descubrimiento tanto el pueblo, como el camping Las Lomas, como Kampaoh y seguro que volveremos a visitarlo pronto.