Mayo 2019:
Emocionados, tras el nacimiento de nuestro hijo, Edu me pide matrimonio.
Octubre 2019
Decididos, por fin ponemos fecha
28 de marzo.
Solo quedan 5 meses
Noviembre 2019:
Ilusionados,
damos la noticia, creamos la web y empezamos con los preparativos.
Diciembre 2019:
Enamorada,
encuentro el que será mi vestido, es perfecto para mi,
ya no necesito buscar más.
Enero 2020:
Mucho por hacer,
es momento de elegir flores, zapatos...
Edu no encuentra el traje perfecto y los niños tienen que ir monisimos...
Febrero 2020:
¡Nervios!
llegan las alianzas, ultimas pruebas del vestido...
¡Edu ya tiene traje!, los detalles para los invitados, las mesas, la música...
Marzo 2020: ¡Más nervios!
últimos detalles, imprevistos, prueba del menú, imaginamos ese día, la ceremonia, el baile, sorpresas, momentos... todo tiene que salir perfecto.
12 marzo 2020:
Tristes,
el mundo se para, ya no hay nervios ,se acabaron las prisas, se aplazan los preparativos, se aplaza la boda a tan solo dos semanas del día que llevamos meses preparando con tanta ilusión.
Nueva fecha: 20 de junio
Abril 2020:
Resignación,
llevamos un mes confinados y parece que va para largo, solo podemos dar gracias por estar sanos y juntos, ya no me importa si el vestido es perfecto, aunque no hubiesen flores olería a libertad,
hasta el mas pequeño detalle será un mundo y cualquier música sonará a melodía.
Junio está demasiado cerca...
Incertidumbre,
quien sabe si podremos celebrar la boda en junio,
y si finalmente podemos ...
¿Qué es una boda sin abrazos?
No hay prisa...
tenemos toda la vida...