Cuando nos mudamos me di cuenta de la cantidad de juguetes y juguetes que habíamos acumulado y que no utilizaba nadie.
Así que empezamos a donar todos los que pudimos y mi marido y yo, que por entonces esperabamos la llegada de Edu, implantamos una nueva regla en casa: en Navidad y cumpleaños solo los regalos necesarios.
Existen varios métodos por los que te puedes guiar para seguir un orden, pero básicamente se trata de poner un limite de cuatro regalos:
Y diréis ...
Que pena solo cuatro regalos...
¿Necesitan más?
Los niños de hoy tienen todo aquello que necesitan en el momento en que lo necesitan.
Ya no se hace aquello de esperar para regalárselo en el cumpleaños o pedírselo a los reyes.
Se trata de dar valor a la calidad de los regalos navideños, no a la cantidad, y de no dejarnos llevar por el consumismo de estas fechas.
Está claro que nuestros peques sienten la necesidad de tenerlo todo, están rodeados de publicidad que los incita a ello, lo quieren todo y si es posible lo quieren ya, en ese mismo momento, y si alguno de sus amigos tiene el objeto de deseo o le ha dicho que lo tendrá, la necesidad es todavía mayor.
¿Realmente queremos que crezcan así?
¿Recibiendo avalanchas de juguetes sin apreciarlos?
¿Crees que valoran cada regalo?
Mi respuesta es NO.
Quiero que mis hijos sean felices sin depender de la cantidad de juguetes que reciban por Navidad, quiero que sean conscientes del significado que tienen estas fechas y de que lo material no tiene sentido si no estamos juntos para compartirlo.
Yo nunca recibí mi caravana y aún así tengo un recuerdo muy bonito de las navidades.
Está en nuestras manos que en casa vivan el autentico espíritu navideño y no se conviertan en pequeños tiranos amontonando regalos sin darles ningún valor.
Disfrutemos de estas fechas y demos a nuestros hijos lo que realmente necesitan,
tiempo de calidad y mucho cariño.